El barrio más jondo de Córdoba, a punto de perder su peña flamenca por no poder renovar el alquiler
Información procedente de Cordópolis
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La Peña Flamenca del Campo la Verdad ha tenido que desalojar el local que ha ocupado durante 14 años.
Es el templo jondo del barrio más flamenco de Córdoba. Y está, en estos momentos, cerrada a cal y canto. La Peña Flamenca del Campo la Verdad ha sido desalojada del local que ocupa desde hace casi 15 años y su continuidad está en el aire, a la búsqueda de un nuevo espacio.
La salida ha sido comunicada por algunos de los peñistas y la han confirmado desde el equipo directivo de esta asociación, una de las peñas más antiguas de la ciudad, que suma medio siglo de actividad y vida en la auténtica reserva del cante cordobés, como definió el periodista Félix Ruiz Cardador al barrio del Campo de La Verdad, en la zona sur de Córdoba.
La peña, de hecho, era mucho más que un espacio concertístico. Era una taberna y un club social en el que el flamenco lo ponían los vecinos del barrio a diario, pero por el que han pasado los más grandes de este arte, desde Camarón de la Isla a José Menese, pasando por Antonio Mairena o Fosforito. Junto a ellos, los héroes locales: Morenín, Chaparro, El Guerra o Rafael Ordónez, algunos de los cantaores más puros de Córdoba, amén de guitarristas de nivel altísimo como Patrocinio Hijo, Currito o Chaparro hijo.
Porque esta asociación ha organizado miles de actos en los más de 50 años que ha estado abierta, con una política que, de hecho, apostaba por la entrada libre para todo el mundo. Los últimos 14, lo ha hecho en el local del que acaban de ser desalojados.
Se trata de la casa que ocupaban en la calleja del manchego, en pleno Campo de la Verdad, en la que entraron en el año 2011, según recuerda el presidente de la peña, José Martínez. “Eso era una casa en ruinas prácticamente, con todo echado abajo. Y poco a poco, con nuestro esfuerzo y los recursos económicos que teníamos, se puso en valor. Y ahora, de hecho, íbamos a reformar otro espacio, pero no ha habido lugar”, recuerda el presidente, que reconoce que la afición flamenca del barrio está “triste y cabreada”.
Lo están porque los propietarios han decidido no renovar el contrato con la peña, cuando ha llegado la fecha de extinción del mismo, rechazando incluso ofertas de compra por parte de personas que estaban interesadas en que la peña siguiera allí. Martínez dice desconocer los motivos de la negativa, aunque no descarta que la casa acabe reconvertida en un espacio turístico (si es que la nueva moratoria de licencias se lo permite).
Sea como sea, los peñistas han estado estos días desalojando el local donde la peña ha estado abierta los últimos 14 años, y buscan con cierta urgencia (y bastante optimismo, según su presidente) otro espacio donde poder continuar con su legado preservando el arte jondo en el barrio más flamenco de Córdoba.
